Corregida el 6 de diciembre de 2017. Ver nota siguiente.
Un nuevo estudio publicado hoy por el Guttmacher Institute revela que los servicios de anticoncepción y de salud materna y neonatal (SMN) no alcanzan a cubrir las necesidades en las regiones en desarrollo. El estudio, Haciendo cuentas: Invertir en anticoncepción y salud materna y neonatal, 2017, ha encontrado que 214 millones de mujeres en los países en desarrollo desean evitar el embarazo pero —por una variedad de razones— no están usando un método moderno de anticoncepción. Además, decenas de millones de mujeres no reciben los servicios básicos de atención al embarazo y parto que necesitan para proteger su salud y la de sus recién nacidos: se estima que 47 millones de mujeres que darán a luz este año recibirán menos de cuatro visitas de atención prenatal y 35 millones de mujeres que darán a luz no lo harán en un centro de salud.
Aunque el avance ha sido lento, en los países en desarrollo ha habido un continuo crecimiento en el uso de métodos modernos de anticoncepción, aun cuando el número de mujeres en edad reproductiva ha aumentado. Como resultado, el número de mujeres con una necesidad insatisfecha de anticoncepción ha disminuido en los últimos tres años del nivel de 225 millones en 2014. Sin embargo, las inversiones continuas en planificación familiar son esenciales para mantener estos logros y seguir avanzando. Es crucial asegurar que las mujeres con una necesidad insatisfecha de anticoncepción moderna superen las barreras para lograr el uso efectivo de anticonceptivos, ya que ellas representan el 84% del total de embarazos no planeados en las regiones en desarrollo.
"Satisfacer la necesidad de planificación familiar y de servicios de salud relacionados con el embarazo en las regiones en desarrollo tendrá un impacto significativo en las vidas de millones de mujeres y de sus familias", afirma Ann Starrs, Presidenta y Directora Ejecutiva del Guttmacher Institute. "Un enorme número de mujeres y recién nacidos todavía carecen de estos servicios esenciales".
El estudio también encontró que entre las mujeres que darán a luz en las regiones en desarrollo en 2017, solo el 63% recibirá cuatro o más visitas prenatales y el 72% dará a luz en una institución de salud. Existen amplias disparidades entre las regiones. Por ejemplo, estas proporciones son más bajas en África, donde solo la mitad de las mujeres embarazadas reciben cuatro o más visitas prenatales y poco más de la mitad dan a luz en un centro de salud. En contraste, en América Latina y el Caribe, cerca de nueve de cada diez mujeres reciben cuatro o más visitas prenatales, y más de nueve de cada diez dan a luz en una institución de salud.
Es posible cubrir totalmente las necesidades de anticoncepción y servicios de SMN en las regiones en desarrollo con un gasto anual de 53.6 mil millones de dólares, que equivale a solo $8.56 por persona por año (en dólares estadounidenses de 2017). Esta nueva investigación muestra que satisfacer de manera conjunta las necesidades de anticoncepción moderna y de servicios relacionados con el embarazo es una inversión que representa ahorros en materia de costos. Las inversiones en servicios de anticoncepción reducen sustancialmente el costo de la atención en SMN al disminuir la incidencia de embarazos no planeados. Como resultado, por cada dólar adicional gastado en servicios de anticoncepción por encima del nivel actual, el costo de la atención relacionada con el embarazo se reduce en $2.20.
"Invertir tanto en servicios de anticoncepción como en servicios esenciales de atención materna y neonatal tiene el mayor impacto en la prevención de muertes innecesarias de mujeres y recién nacidos", afirma la Dra. Jacqueline E. Darroch, investigadora sénior del Guttmacher Institute y autora principal del estudio. "Con una inversión de solo $8.56 por persona por año, las muertes maternas disminuirían a una cuarta parte de los niveles actuales y las muertes neonatales se reducirían a menos de una quinta parte de los niveles actuales".
El impacto de esta mayor inversión sería impresionante y de amplio alcance. Satisfacer la necesidad de anticoncepción moderna en las regiones en desarrollo y asegurar servicios de salud esenciales para mujeres embarazadas y sus recién nacidos resultaría en las siguientes disminuciones con respecto a los niveles actuales de 2017:
- 67 millones menos de embarazos no planeados (una disminución del 75%)
- 23 millones menos de nacimientos no planeados (una disminución del 76%)
- 36 millones menos de abortos inducidos (una disminución del 74%)
- 2.2 millones menos de muertes neonatales (una disminución del 80%)
- 224,000 menos muertes maternas (una disminución del 73%)
Más allá de esto, invertir en estos servicios resultará en amplios beneficios sociales y económicos para las mujeres, sus parejas y familias, así como para las sociedades en su conjunto. Estos beneficios incluyen incrementos en los niveles educativos de las mujeres y los niños, incrementos en las ganancias de las mujeres y reducciones en las condiciones de pobreza.
Reducir las barreras para la provisión de servicios de salud sexual y reproductiva accesibles y aceptables requerirá tomar medidas respecto a las políticas restrictivas, los servicios de mala calidad y los factores sociales y económicos que impiden que las personas obtengan o usen los servicios que necesitan. Además, investigaciones previas han mostrado que las mujeres indican una variedad de razones para no usar métodos anticonceptivos modernos, tales como preocupaciones respecto a los efectos secundarios y riesgos para la salud, y la creencia de que no están en riesgo de quedar embarazadas porque tienen relaciones sexuales poco frecuentes. Esto apunta hacia la necesidad urgente de servicios anticonceptivos de alta calidad que ofrezcan una amplia gama de métodos e incluyan consejería precisa y con un enfoque integral.
"Satisfacer las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres en las regiones en desarrollo es una meta alcanzable y asequible si los líderes mundiales prestan la debida atención urgente a esta prioridad de salud global", indica Starrs.
Este estudio fue posible gracias a UK Aid del Gobierno del Reino Unido, y a subvenciones de la Fundación Bill y Melinda Gates y de la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur. Las opiniones expresadas son de los autores y no reflejan necesariamente las posiciones y políticas de los donantes.
Nota: Se realizaron cambios para corregir errores en la cobertura de anticonceptivos y servicios de salud materna, así como en el cálculo de las estimaciones de costos en Haciendo cuentas: Invertir en anticoncepción y salud materna y neonatal, 2017. Ninguna de estas correcciones cambia los hallazgos o conclusiones del estudio. Para obtener más detalles, consulte la errata al final de las tablas suplementarias que se encuentra en línea (addingitup2017-supplementary-tables.xlsx) en https://www.guttmacher.org/fact-sheet/adding-it-up-contraception-mnh-2017.
Para mayor información consulte la hoja informativa completa:
Haciendo cuentas: Invertir en anticoncepción y salud materna y neonatal, 2017, por Jacqueline E. Darroch et al. (in English) (en français)