• Los servicios de salud sexual y reproductiva permiten a las mujeres y parejas tener el número de hijos que deseen, cuando lo deseen, y tener partos seguros y recién nacidos saludables; tener vidas sexuales saludables, libres del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
• Los beneficios para la salud inmediatos de estos servicios incluyen menos embarazos no planeados, menores tasas de mortalidad y discapacidad en mujeres y recién nacidos, así como una menor incidencia del VIH y otras ITS. Los beneficios más amplios varían desde economías nacionales más sólidas hasta mayores ahorros para las familias.
• Las disparidades entre y dentro de los países persisten. Por toda América Latina y el Caribe, las mujeres que están en desventaja social y económica enfrentan las mayores dificultades para conseguir los servicios que necesitan, evitar los embarazos no planeados, permanecer saludables durante el embarazo y parto, así como para asegurar que sus recién nacidos serán saludables.
MILLONES DE MUJERES CARECEN DE SERVICIOS ESENCIALES
• En América Latina y el Caribe, 62% de las mujeres sexualmente activas en edad reproductiva (15 a 49 años) desean evitar el embarazo.
• Sin embargo, 22% de esas mujeres— 23 millones en 2014—o no están usando ningún método o usan algún método tradicional, menos efectivo. Los embarazos de estas mujeres, las cuales se definen como aquellas que tienen necesidades no satisfechas de anticoncepción moderna, representan un 75% del total de embarazos no planeados en la región.
• Cada año, 54% de las mujeres que necesitan atención debido a complicaciones durante el embarazo y parto—como la hipertensión, infección o un parto difícil—no la reciben. Entre los recién nacidos, 55% no reciben la atención médica que necesitan durante el parto o poco después.
• Las necesidades no satisfechas de servicios de salud reproductiva están concentradas entre las mujeres latinoamericanas que viven en condiciones de pobreza. Solo 71% de las mujeres más pobres dan a luz en instituciones de salud, en comparación con 99% de las mujeres del nivel más alto de riqueza.
BENEFICIOS DE SATISFACER LAS NECESIDADES DE SERVICIOS DE SALUD REPRODUCTIVA
• Proveer a las mujeres y sus recién nacidos todos los servicios que necesitan a los estándares recomendados por la OMS resultaría en importantes logros de la salud.
• Si todas las necesidades no satisfechas de anticoncepción moderna fueran cubiertas, cada año:
—los embarazos no planeados disminuirían en 65%, de 10 millones a 3.5 millones; y
—los abortos inseguros disminuirían en 64%, de 3.9 millones a 1.4 millones.
• Si se prestara todos los servicios de anticoncepción moderna junto con los de la atención adecuada a todas las mujeres embarazadas y sus recién nacidos, incluida la atención relacionada con el VIH, cada año:
—las muertes maternas disminuirían en 65%, de 9,300 a 3,300; y
—las muertes de recién nacidos disminuirían en 70%, de 107,000 a 32,000.
SE NECESITAN MAYORES INVERSIONES
• Satisfacer plenamente las necesidades de anticoncepción moderna en América Latina y el Caribe costaría $1.7 mil millones de dólares por año, cantidad superior a los $1.1 mil millones gastados en 2014. Esta inversión contempla una mejor calidad de atención para las actuales usuarias de anticonceptivos, así como la prestación de servicios a nuevas usuarias.
• Una vez satisfechas las necesidades de anticoncepción, el costo anual de satisfacer plenamente las necesidades de la atención materna y del recién nacido costaría $3.0 mil millones de dólares. Este total incluye atención para mujeres que tienen nacidos vivos, abortos espontáneos e inducidos, y mortinatos. También incluye pruebas de VIH para todas las mujeres embarazadas y sus recién nacidos, así como tratamiento antirretroviral para quienes viven con el VIH por hasta seis semanas posteriores al parto.
• El costo anual de dar tratamiento a todas las mujeres en edad reproductiva para las cuatro principales ITS curables— clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis —sería de $0.5 mil millones de dólares por año, un aumento de $0.1 mil millones gastados en 2014.
• En conjunto, estas inversiones de los servicios de salud sexual y reproductiva en América Latina y el Caribe costarían unos $5.2 mil millones de dólares por año, en comparación con los $4.4 mil millones gastados en la actualidad.
INVERTIR EN LA ANTICONCEPCIÓN ES COSTO-EFECTIVO
• Al reducir los embarazos no planeados, el satisfacer completamente las necesidades de anticoncepción moderna de las mujeres hace que otras inversiones en servicios de salud sean más asequibles.
• Por cada dólar adicional invertido en anticoncepción moderna en la región, el costo de la atención relacionada con el embarazo (incluidas las pruebas de VIH y atención a mujeres y recién nacidos) se reduce en $2.03 dólares.
• Satisfacer las necesidades de atención materna y del recién nacido costaría $4.2 mil millones cada año, partiendo de los actuales niveles de uso de anticonceptivos modernos. La plena satisfacción de la necesidad de anticoncepción moderna reduciría este costo a $3.0 mil millones, porque con menos embarazos no planeados, menos mujeres y recién nacidos requerirán servicios de salud.
• Cada año, costaría solamente $31 dólares por mujer prestar a todas las mujeres de la región que lo necesitan un paquete de atención completa que incluiría:
—servicios de anticoncepción moderna;
—servicios de salud materna y del recién nacido;
—consejería y pruebas del VIH y tratamiento antirretroviral para mujeres durante el embarazo y después del parto;
—pruebas y tratamiento del VIH para recién nacidos; y
—tratamiento para cuatro de las principales ITS distintas al VIH.
LOS GOBIERNOS Y LAS AGENCIAS DONANTES ESTÁN OBLIGADOS A ACTUAR
• Los fondos adicionales requeridos para satisfacer plenamente las necesidades de servicios de salud sexual y reproductiva vendrían de los gobiernos nacionales y de las usuarias de los servicios—los que en conjunto cubren actualmente el grueso de los gastos—y de los donantes y ONG internacionales.
• Junto con los necesarios aumentos en los gastos, los programas deben adoptar un enfoque de derechos humanos en la prestación de servicios que tome en cuenta las necesidades específicas de las mujeres que viven en condiciones de pobreza y marginación, que asegure la calidad de atención, proteja la privacidad, promueva las decisiones informadas y esté libre de toda forma de discriminación.
• Al considerar los objetivos de desarrollo para 2015 y los años por venir, los gobiernos y las agencias internacionales deben tomar en cuenta la necesidad de hacer mayores inversiones en servicios de salud sexual y reproductiva. Estas inversiones son costo-efectivas; tienen enormes beneficios para las mujeres, familias y sociedad; y son pilares del desarrollo sostenible.
CRÉDITOS
La información contenida en esta hoja informativa ha sido basada en análisis de datos publicados en el siguiente informe, mismo que contiene información sobre fuentes de datos y metodología de estimación: Singh S, Darroch JE y Ashford LS, Adding It Up: The Costs and Benefits of Investing in Sexual and Reproductive Health—2014, Nueva York: Guttmacher Institute, 2014.
Esta hoja informativa fue posible gracias a subvenciones de UK aid, la Bill & Melinda Gates Foundation y el UNFPA. Sus hallazgos y conclusiones son de las autoras del informe que sirvió de base y no reflejan necesariamente las posiciones o políticas de los donantes.