Contexto: La consejería sobre concepción más segura podría ayudar a que las personas que viven con VIH reduzcan el riesgo de transmisión a sus parejas e hijos. Sin embargo, dicho tipo de consejería rara vez se ofrece o se evalúa en los países de bajos ingresos.
Métodos: Entre 2014 y 2015, se condujo una serie de entrevistas cualitativas en profundidad en una clínica de VIH en Uganda, con 42 clientes VIH positivos y 16 parejas no infectadas que habían participado en una intervención de consejería sobre concepción más segura, dirigida a parejas serodiscordantes con intención de tener un hijo. Los participantes asistieron a hasta seis sesiones de consejería mensuales en las que recibieron instrucción y soporte continuo sobre el uso del método de concepción más segura de su elección. Se usó análisis de contenido de las transcripciones de las entrevistas para identificar los temas relacionados con los beneficios y desafíos de la consejería sobre concepción más segura.
Resultados: Casi dos tercios de los participantes consideraron que la consejería sobre concepción más segura fue una experiencia empoderadora que les permitió tomar decisiones informadas en relación con la procreación, aprender a concebir de manera segura y comprender la forma de permanecer saludables mientras trataban de concebir. El coito programado sin protección fue el método de concepción más seguro que se usó con mayor frecuencia. Siete parejas tuvieron embarazos exitosos sin que ningún miembro no infectado de la pareja sufriera seroconversión. Las principales preocupaciones y los principales desafíos de los participantes en relación con la consejería y el uso de método fueron algunos problemas con la autoinseminación manual, dificultad con la participación de parejas y temor a la infección por VIH.
Conclusiones: La consejería puede ayudar a personas infectadas con el VIH a tomar decisiones informadas sobre la procreación y los métodos de concepción más seguros; sin embargo, es necesario un ensayo clínico controlado para determinar si los clientes usan tales métodos de manera correcta y para evaluar las tasas de embarazo y de transmisión del VIH. Quienes formulan las políticas deben considerar la inclusión de consejería sobre concepción más segura como parte de la atención rutinaria del VIH.