Contexto
La última vez en que se evaluó la incidencia del aborto legal en el mundo fue en 2003. Las evaluaciones periódicas de la incidencia del aborto son esenciales para monitorear las tendencias del embarazo no planeado y las brechas en la disponibilidad de los servicios anticonceptivos y el uso de ellos.
Métodos
En 2008, se compilaron estadísticas y estimaciones de abortos inducidos legales para 64 de los 77 países en los que el aborto legal generalmente está disponible. (De estos 77 países, 36 están en vías de desarrollo). Los 64 países en el análisis albergan al 98% de las mujeres en edades de 15–44 que viven en los países elegibles para inclusión en el análisis. Las fuentes de datos incluyeron informes o cuestionarios respondidos, provenientes de oficinas nacionales de estadísticas y de encuestas representativas a nivel nacional. Expertos nacionales y regionales evaluaron qué tan completas estaban las cifras oficiales. También se evaluaron las tendencias a través del tiempo (es decir, entre los tres años para que disponemos de datos—1996, 2003 y 2008).
Resultados
En 2008, en los 25 países que cuentan con registros completos (todos países desarrollados), las tasas de aborto variaron desde siete por 1,000 mujeres en edades de 15–44 (Alemania y Suiza) hasta 30 por 1,000 (Estonia). Las tasas de aborto disminuyeron entre 1996 y 2008 en la 11 de los 20 países que cuentan con información consistentemente confiable. Las disminuciones generalmente fueron más pronunciadas que los aumentos, aunque el ritmo de la disminución se hizo más lento después de 2003. Las más altas tasas de aborto ocurrieron en los países en desarrollo con estimaciones incompletas. Para la mayoría de los países en desarrollo con leyes liberales, las tasas de aborto estaban incompletas y variaban considerablemente.
Conclusiones
Las actuales altas tasas de aborto en algunos países, así como los pequeños aumentos en las tasas en otros, indican una gran necesidad de servicios de planificación familiar más efectivos para estas poblaciones. En muchos países se carece de los sistemas confiables de recolección de datos necesarios para asegurar que las tendencias sean monitoreadas de manera efectiva.