Contexto
Las evaluaciones periódicas realizadas desde 1972 hasta 1999 han registrado aumentos continuos de la intensidad y tipo de esfuerzos que realizan los programas nacionales de planificación familiar en los países en desarrollo. Era necesario realizar una evaluación actualizada para examinar si estas tendencias han sido afectadas por los cambios recientes ocurridos en el sector de planificación familiar, tales como la descentralización, la pandemia de la infección por VIH y el SIDA, y las reducciones de financiamiento.
Métodos
En 2004, informantes de 82 países en desarrollo completaron un cuestionario que evaluó 30 dimensiones del esfuerzo del programa e incluyó varias escalas nuevas para estudiar la situación actual. Se compararon determinados resultados con los datos obtenidos de rondas previas.
Resultados
Desde 1999 hasta 2004, se realizaron mayores esfuerzos en el campo de la planificación familiar, tanto a nivel mundial como dentro de cada región. Cuando fueron ponderados los datos por el tamaño de la población de cada país, en general el esfuerzo disminuyó levemente, aunque aumentó en cuatro de las seis regiones. Los países que presentaban un puntaje inicial bajo mejoraron más desde 1999 hasta 2004 que aquellos que tenían un puntaje inicial elevado. El acceso a los anticonceptivos variaba entre una región y otra, y el nivel de acceso más bajo fue en el África Subsahariana. Las justificaciones más sólidas de los programas fueron el mejoramiento de la salud materno-infantil y la prevención de los nacimientos no deseados. Se consideró que los cambios de financiamiento tuvieron un impacto negativo sobre los programas. Los programas le prestaban el menor peso a los servicios para los jóvenes no casados y para la atención postaborto.
Conclusiones
Si bien es cierto que ha aumentado nuevamente el puntaje promedio que mide el nivel de esfuerzo de estos programas, en muchos países todavía es necesario incrementar el esfuerzo expendido, el financiamiento y el acceso a los métodos anticonceptivos, especialmente en las zonas rurales y en particular entre las personas de pocos recursos. Se debe hacer más énfasis en el suministro de servicios de planificación familiar postparto y postaborto.