Contexto
Durante las últimas dos décadas, cambios sociales dramáticos han ocurrido en Tailandia; no obstante, hay pocos conocimientos sobre los factores relacionados con la iniciación sexual de los adolescentes.
Métodos
Se llevó a cabo una encuesta mediante audio-entrevistas asistidas por computadora para evaluar las características sociales y demográficas, el uso de sustancias, la conducta sexual, y los conocimientos acerca de la infección del VIH y las ITS. Se entrevistaron a 1.725 estudiantes de escuelas vocacionales, de 15–21 años de edad, residentes en la región norte de Tailandia. Las diferencias entre los géneros con respecto a estos factores se evaluaron mediante pruebas de chi cuadrada y pruebas U de Mann-Whitney. Se evaluaron las relaciones entre estas variables y la iniciación sexual de cada género a través del análisis multivariado de supervivencia utilizando modelos de Cox de riesgo proporcional.
Resultados
Los varones iniciaron sus relaciones sexuales a una edad más temprana que las mujeres; la edad mediana de la primera relación fue de 17 y 18 años, respectivamente. La iniciación sexual estuvo relacionada con haber pertenecido a un entorno no agrícola y al uso de alcohol o metanfetamina (razones de riesgo ajustadas, 1,3–2,9). En el caso de los hombres, la iniciación sexual también estuvo relacionada con otros factores, incluidos la separación de sus padres, tener un amigo confidente, consumo de tabaco, tener un riesgo percibido elevado de la infección por VIH, y tener un nivel alto de conocimiento de las ITS (1,3–1,7). Con respecto a las mujeres, los factores relacionados con la iniciación sexual a temprana edad eran la menor edad, vivir fuera del núcleo familiar, no poder compartir sus confidencias con un miembro de su familia, riesgo percibido elevado de las ITS y haber fumado marihuana alguna vez (1,3–2,4).
Conclusiones
Las intervenciones dirigidas a mejorar las consecuencias adversas de la iniciación sexual a temprana edad deben abordar las influencias sociales tales como las relaciones con los padres y con los pares. Los programas deben identificar y concentrar la atención en los subgrupos de alto riesgo, tales como aquellos que a temprana edad ya tienen experiencia sexual y los que presentan conductas proclives a tomar riesgos.