Contexto
La mayoría de los empeños por reducir la diseminación del VIH concentran la atención en el comportamiento sexual premarital y extramarital, aunque también es muy elevada y con frecuencia insatisfecha, la necesidad de protección de las parejas casadas o que viven en unión. Generalmente pocas parejas utilizan el condón, y los esfuerzos para incrementar su uso son obstaculizados por la resistencia del hombre y las normas culturales.
Métodos
En 1999–2000, se realizó una encuesta de hogares en una zona urbana y otra rural de KwaZulu-Natal, Sudáfrica. Con base en esta encuesta, 238 parejas casadas o que cohabitaban fueron entrevistadas por separado acerca del uso del condón y sus actitudes respecto a ello, su conocimiento del riesgo del VIH/SIDA y su autoeficacia para prevenir las infecciones del VIH. Se utilizaron análisis de regresión logística para evaluar la relación que existe entre el uso del condón y determinadas características demográficas y de prevención del VIH.
Resultados
Aunque fue muy elevado el conocimiento que tenían las parejas acerca del condón y cómo obtenerlo, solamente el 15% de los hombres y el 18% de las mujeres indicaron que lo usaban en forma regular u ocasionalmente. Los niveles de uso fueron del 8% y el 11% entre los hombres y las mujeres, respectivamente, de la zona rural que tenían niveles de educación más bajos, y fueron del 29% y el 34% entre los hombres y mujeres de la zona urbana que presentaban niveles de educación más elevados. La mayoría de las mujeres de la zona urbana tenían una actitud favorable hacia el uso del condón, y su autoeficacia para prevenir el contagio del VIH era mayor que la de sus pares de la zona rural. Entre las mujeres, su percepción respecto al riesgo de contraer de su pareja una infección del VIH fue la variable de predicción más poderosa del uso del condón (razón de momios, 4,0).