Contexto: En Bangladesh, antes de que el régimen combinado de mifepristona y misoprostol fuera aprobado para la regulación menstrual (RM), la provisión sin receta de regímenes de misoprostol solo para RM por parte de vendedores de medicamentos estuvo muy generalizada, pero la calidad de servicio era deficiente. Examinar las prácticas de los proveedores relacionadas con la provisión de misoprostol solo en Bangladesh podría aumentar la comprensión sobre el uso y la provisión de misoprostol en otros entornos de bajos recursos restringidos legalmente.
Métodos: Entre 2013 y 2014, se realizó una encuesta transversal de conocimientos, actitudes y prácticas en todo el país entre 777 vendedores de medicamentos seleccionados al azar; los datos fueron analizados descriptivamente. Se utilizó regresión logística para evaluar las asociaciones entre la exposición a tres intervenciones diseñadas para mejorar las prácticas de los vendedores de medicamentos (capacitación conducida por una organización no gubernamental [ONG], un centro de atención telefónica y capacitación en el negocio por parte de representantes de las compañías farmacéuticas), así como el conocimiento correcto del régimen de misoprostol solo usado para RM.
Resultados: Casi la totalidad (97%) de los vendedores de medicamentos informaron que estaban vendiendo medicamentos para RM; que la venta de misoprostol solo era más común que el régimen combinado (96% vs 26%). El nueve por ciento había recibido capacitación impartida por ONG, el 62% había recibido capacitación en su negocio de un representante de una compañía farmacéutica y el 27% había utilizado el centro de llamadas. En general, el 19% de los vendedores de medicamentos conocía el régimen correcto de RM basado en misoprostol solo y el 74% quería más información sobre ese régimen. El conocimiento correcto del régimen se asoció positivamente con la recepción de capacitación de las ONG y la utilización del centro de atención telefónica (razón de probabilidades, 2.0 y 1.9, respectivamente).
Conclusiones: La capacitación conducida por ONG y el uso del centro de atención telefónica deberían considerarse en otros entornos restringidos en los que el misoprostol solo se proporciona sin autorización para la interrupción del embarazo.