Contexto
La educación en sexualidad y VIH fundamentada en un currículo es un soporte esencial de las intervenciones para prevenir las ITS, el VIH y los embarazos no planeados entre la gente joven. La evidencia vincula las normas tradicionales de género, la desigualdad de poder en las relaciones sexuales y la violencia de pareja íntima con resultados negativos en materia de salud sexual y reproductiva. Sin embargo, se ha dado poca atención al análisis de si el abordaje del género y del poder en los currículos de educación en sexualidad está asociado con mejores resultados.
Métodos
Con el fin de explorar si la inclusión de contenido relativo al género y al poder tiene importancia para la eficacia de los programas, se llevaron a cabo sondeos electrónicos y manuales para identificar evaluaciones rigurosas de educación en sexualidad y VIH provenientes de países desarrollados y en desarrollo, publicadas entre 1990 y 2012. Se desagregaron las características de las intervenciones y del diseño de los estudios de las intervenciones analizadas tomando en cuenta si abordaban o no aspectos de género y poder.
Resultados
De las 22 intervenciones que cumplieron con los criterios de inclusión en el estudio, 10 abordaron los temas de género o poder y 12 no lo hicieron. Los programas que abordaron el género o el poder, tuvieron cinco veces más probabilidades de ser efectivos en comparación con aquellos que no lo hicieron; 80% de estos programas se asociaron con una tasa significativamente menor de ITS o embarazo no planeado. En contraste, entre los programas que no abordaron el género ni el poder, solamente 17% tuvieron dicha asociación.
Conclusiones
El abordaje del género y del poder debe ser considerado como una característica clave de los programas efectivos de educación en sexualidad y VIH.