Contexto
En las últimas décadas, la fecundidad ha disminuido de manera continua en muchos países en desarrollo, a la vez que la fortaleza promedio del esfuerzo de los programas de planificación familiar ha aumentado y las condiciones sociales han mejorado. Sin embargo, no es claro si el efecto sinérgico sobre la fecundidad de los programas de planificación familiar y los entornos sociales, que se identificó por vez primera en los años setenta, todavía se mantiene.
Métodos
Se usaron datos de 40 países en los que se llevaron a cabo Encuestas de Demografía y Salud en el período 2003–2010, con el fin de examinar las asociaciones entre las condiciones socioeconómicas, la fortaleza del esfuerzo de los programas de planificación familiar y la fecundidad. Se realizaron tabulaciones cruzadas y análisis de regresión múltiple.
Resultados
La variación entre países en el puntaje del Índice de Esfuerzo del Programa de Planificación Familiar ha disminuido desde los años setenta; sin embargo, la variación en el Índice de Desarrollo Humano no cambió mucho durante el mismo período. En promedio, los niveles de fecundidad fueron más bajos en los países con mejores condiciones sociales o con programas de planificación familiar más fuertes, que en aquellos con entornos más pobres o programas más débiles. Los niveles más bajos de fecundidad se tuvieron en presencia de ambos—tanto las condiciones sociales favorables como los programas fuertes. Además, la fecundidad se asoció positivamente con la mortalid-ad infantil y negativamente con la educación de las mujeres, pero no estuvo asociada con la pobreza. Cerca de la mitad de la diferencia entre la fecundidad de los países de África subsahariana y la de los otros países ((unos 2.3 nacimientos más entre las africanas), puede atribuirse a diferencias en los esfuerzos de los programas y los entornos sociales.
Conclusiones
Puede esperarse que las políticas enfocadas en el mejoramiento de los niveles de la educación de las mujeres, en la reducción de la mortalidad infantil y en el mejoramiento de los servicios de planificación familiar, tengan efectos que se refuercen mutuamente para disminuir la fecundidad.