CONTEXTO:Debido a los elevados niveles de maternidad temprana en los países en desarrollo, el embarazo y el parto son las principales causas de muerte de las mujeres de 15–19 años. El uso de la atención prenatal especializada y la atención en el parto mejoran la situación de la madre mediante la prevención, el manejo y el tratamiento de las complicaciones obstétricas, y la inmunización de los niños evita muchas enfermedades infantiles.
MÉTODOS:Mediante análisis de regresión logística de los datos de las Encuestas Demográficas y de Salud correspondientes a 15 países en desarrollo, se examinó el nivel de uso entre las adolescentes de los servicios de atención prenatal, la atención durante el parto y las inmunizaciones, en comparación con el nivel de uso entre las mujeres de más edad.
RESULTADOS: En general, el uso de los servicios de atención de salud materno-infantil no varía de acuerdo con la edad de la madre. Las mujeres de 18 años o menos fueron menos proclives que las de 19–23 años a usar la atención prenatal o la atención durante el parto, o ambas, en sólo cinco de los 15 países examinados (razones de momios, 0.5–0.9). Las madres más jóvenes, en seis de los países examinados, también fueron menos proclives que las madres de más edad a inmunizar a sus hijos, en particular con la vacuna triple de la difteria, pertussis (tos ferina) y el tétano, y la del sarampión (0.5–0.8). En gran medida, se limitó la relación entre la edad y el uso de los servicios de la salud a los siguientes países— Bangladesh, India, Indonesia, Nicaragua, Perú y Uganda. En América Latina, una vez que se controlaban los análisis de acuerdo con la paridad, se registró diferencias entre las adolescentes y las mujeres de más edad. En todos los países africanos excepto Uganda, no se registraron diferencias del uso de servicios por la edad de la madre.
CONCLUSIONES: En el Asia, es necesario realizar trabajos de investigación a nivel de país individual para conocer mejor las razones por las cuales hay diferencias con respecto al uso de servicios según la edad de la madre. En general, mayores pruebas sistemáticas asistirían a identificar las intervenciones a largo plazo que serían las más eficaces para incrementar el uso entre las adolescentes de los servicios de salud materno-infantil.