Contexto
La conducta sexual de los jóvenes de Angola jugará un importante papel en el futuro del contagio del VIH; no obstante, pocos jóvenes usan condones en forma regular y las tasas de uso de este método son bajas. Es importante identificar cuáles son los determinantes del uso del condón para los adolescentes y adultos jóvenes angoleños.
Métodos
Los datos utilizados en este análisis correspondieron a 1.995 jóvenes con experiencia sexual, de 15–24 años, que participaron en una encuesta sobre conocimientos, actitudes y prácticas realizada en 2001, en Luanda, Angola. Se realizaron análisis de regresión logística para identificar las variables de predicción del uso regular del condón entre los hombres y las mujeres, y los determinantes del uso del condón durante la última relación sexual de acuerdo con el tipo de relación de pareja.
Resultados
Tanto para los hombres como para las mujeres, el uso regular del condón estuvo positivamente relacionado con elevados niveles de educación (razones de momios, 1,7–2,6) y creer que el condón no disminuye el placer sexual (1,8). Hubo una relación negativa con respecto a estar casado o cohabitar (0,1–0,5). Las mujeres que consideraban que el uso del condón señalaba una falta de confianza fueron menos proclives a usar un condón en forma regular (0,5), y los hombres que creían que el condón era un método seguro y aquellos que tenían varias parejas sexuales se mostraron más proclives a usar un condón en forma regular (1,6 y 1,7, respectivamente). La tasa de uso del condón durante la última relación sexual fue más elevada entre las parejas sexuales casuales que entre las parejas casadas (38–44% contra 18–21%). La residencia en un área urbana, el nivel educativo más elevado, ser estudiante y no considerar que el uso del condón indica una falta de confianza, fueron variables de predicción importantes del uso de un condón durante la última relación sexual, tanto entre las parejas regulares como entre aquellas que mantenían una relación casual; tener acceso a un condón fue el factor más importante entre las parejas casadas o que cohabitaban (4,5).
Conclusiones
Los programas de intervención dirigidos a los jóvenes con menos educación, periurbanos y desempleados deben ser parte de una estrategia eficaz de prevención del contagio del VIH. Estos programas deben abordar los conceptos erróneos que tienen los jóvenes con respecto al uso del condón y la necesidad de protegerse de la infección del VIH y de otras infecciones transmitidas sexualmente.