Contexto
Con frecuencia las mujeres sufren en silencio las infecciones del aparato reproductor. Se han visto obstaculizados los estudios sobre la prevalencia de estas infecciones en el Sudeste Asiático debido a las bajas tasas de participación en tales estudios y, además, se conoce muy poco sobre las tasas entre las mujeres casadas más jóvenes.
Métodos
En 1996–1997, se llevó a cabo un estudio transversal basado en la comunidad sobre las infecciones del aparato reproductor entre mujeres casadas de 16–22 años de edad en Tamil Nadu, India. Se les preguntó a las entrevistadas acerca de los síntomas; se les sometió a los exámenes pélvicos y de espéculo; y se recopilaron muestras para los análisis de laboratorio. Se recopilaron datos cualitativos y cuantitativos sobre las mujeres que procuraban tratamiento para sus infecciones.
Resultados
El 53% de las mujeres indicaron que tenían síntomas ginecológicos, el 38% tuvieron resultados positivos de una infección en los exámenes de laboratorio, y el 14% tuvieron signos clínicos de esas infecciones. De acuerdo con los diagnósticos de laboratorio, el 15% de las mujeres tenían una infección transmitida sexualmente (ITS) y el 28%, una infección endógena. Los análisis multivariados indicaron que las mujeres que eran trabajadoras agrícolas tenían una mayor probabilidad de tener una ITS (razón de momios de 2,4), igual como las que estaban casadas hace cinco o más años (2,1). Los dos tercios de las mujeres que tuvieron síntomas ginecológicos no habían procurado un tratamiento; las razones para ello mencionadas con mayor frecuencia fueron la falta de una proveedora de este servicio en la clínica de atención de la salud más cercana, la falta de privacidad, la distancia de su casa hasta el centro de atención, el costo y la percepción de que estos síntomas eran una cuestión normal.
Conclusiones
Las jóvenes casadas en esta comunidad rural de la India presentaron una elevada prevalencia de las infecciones del aparato reproductor pero pocas veces procuraron un tratamiento. Es necesario realizar actividades de educación y de alcance para reducir el estigma, la vergüenza y la falta de conocimientos acerca de dichas infecciones. La baja condición social de la mujer, especialmente entre las jóvenes, parece influir significativamente en las bajas tasas de tratamiento de estos problemas.