Contexto
Más y más adolescentes chinos son sexualmente activos antes de contraer matrimonio. Como resultado de ello, ha aumentado marcadamente el número de embarazos no planeados y los casos de infecciones transmitidas sexualmente (ITS) entre el grupo de jóvenes adultos de China.
Métodos
En un pueblo de las afueras de Shanghai, se llevó a cabo un programa integral de educación sexual, en el cual se incluyó información sobre la abstinencia sexual, la anticoncepción, y la conducta sexual saludable y segura. El programa utilizó seis métodos para suministrar información y servicios a jóvenes de 15–24 años durante un período de 20 meses. Se realizaron encuestas sobre las conductas sexuales entre los participantes y también entre los controles en un pueblo semejante que no habían recibido un servicio comparable; luego se utilizaron pruebas estadísticas de regresión logística y de chi cuadrado para comparar los resultados obtenidos.
Resultados
La participación en esta intervención no estuvo relacionada con la postergación de la iniciación sexual; no obstante, la participación estuvo asociada con menores probabilidades de sexo forzado (razón de momios de 0,3) y con mayores probabilidades del uso anticonceptivo en general (6,2) y del uso del condón en particular (13,3) durante el período de duración del programa. Cuanto mayor fue el nivel de participación, mayores fueron los efectos de protección. Además, el porcentaje de jóvenes que indicaron que tuvieron o causaron casos de embarazo durante esta intervención fue significativamente menor entre los participantes que entre los controles (19% contra 26%).
Conclusión
Los programas integrales de educación sexual con base en la comunidad pueden ser eficaces para llegar a un gran número de jóvenes chinos y para promover la negociación sexual (procesos de acuerdo y toma de decisiones en una pareja sexual), el uso de anticonceptivos, y la prevención de las ITS, el VIH y los embarazos.